¿Qué demonio me incitó a suspirar aquel sonido cuyo recuerdo hacía hervir mi sangre a torrentes desde las sienes al corazón? ¿Qué espíritu perverso habló desde los escondites de mi alma, cuando, entre aquellos oscuros corredores y en el silencio de la noche, musité tu nombre?
No hay comentarios:
Publicar un comentario